La vida es dinámica, está en constante cambio y eso implica que no tenemos la certeza de lo que va a ocurrir; podemos vislumbrarlo con la información que tenemos y nos llega del exterior, pero nunca vamos a tener la certeza absoluta de lo que va a pasar. A lo largo de nuestra existencia transitaremos por épocas en las que nos sentiremos más seguros y por épocas en las que menos; lo que sí es cierto es que los seres humanos necesitamos sentirnos seguros la mayor parte del tiempo para percibir que estamos bien. La percepción de nuestro bienestar viene determinado en gran medida porque nos sintamos seguros. Las personas nacemos dependientes y con necesidad de protección y luego tenemos que entrenar mucho para ser autónomos y gestionar nuestra vida de manera óptima. Sentir incertidumbre es normal, forma parte del camino; pero esa falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo nos crea cierta inquietud que mantenida nos puede hacer sufrir. La seguridad en nosotros mismos, la confianza en los demás y en la vida en general va a depender de muchos aspectos, entre ellos: nuestra crianza y educación, la autoestima que hayamos ido creando, nuestros vínculos con los otros, nuestro desarrollo profesional, nuestras aficiones. Sentirnos seguros necesita de un trabajo personal concienzudo que nos permitirá vivir esta vida con mayor capacidad para sorprendernos sin la necesidad de quererlo controlar todo por miedo a lo que queda por venir, y con la confianza de que todo irá bien y si no, tendremos los recursos para afrontarlo de la mejor manera posible. Os dejo a continuación 10 tips para mejorar esa seguridad que a veces no tenemos o hemos perdido.
Recuerda que la seguridad no es un estado permanente, es por ello que te recomiendo que estés atento para que tomes conciencia del momento en el que estás (mayor inseguridad, miedo a la incertidumbre), lo aceptes y a partir de ahí te cuides para no perderte en el malestar que conlleva sentirse así. Ángeles Benítez Rey Psicóloga de la Salud- Grupo DICTEA