A menudo nos encontramos con situaciones en las que tenemos que elegir entre agradar a la otra persona o seguir nuestro instinto y principios y negarnos a hacer lo que nos pide. Estas situaciones no siempre son sencillas y no todo el mundo tiene claro para qué debemos aprender a poner límites y decir no.Cuando hablamos de “poner límites” nos referimos a saber expresar nuestra negación a hacer aquello que nos están pidiendo y que no nos agrada, sin miedo a que la otra persona vaya a sentirse mal. Saber poner límites nos ayuda a mantener nuestra autoestima saludable, pues cuando cedemos constantemente ante situaciones que no nos gustan, o no queremos ceder pero lo hacemos por agradar a la otra persona, estamos dejando de lado nuestros sentimientos y nuestras necesidades. Obviar nuestras emociones y necesidades, a la larga, nos hace sentir que somos menos o, incluso, que no merecemos lo que necesitamos. Por ello, es importante aprender a poner límites.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que si siempre hemos cedido ante todas las peticiones de las personas de nuestro alrededor, es muy probable que al principio nuestra negativa a hacer algo que nos piden les coja por sorpresa y no actúen especialmente comprensivos, aun así debemos ser firmes con nuestra decisión y saber priorizar nuestras necesidades cuando deseamos hacerlo. Para poder expresar nuestra negativa a hacer algo y disminuir la probabilidad de enfado de la persona que hace la petición, es recomendable utilizar una comunicación asertiva, partiendo de "mensajes yo" mejor que de "mensajes tu". Os facilito un ejemplo de estos mensajes:
Cuando son peticiones que no queremos realizar en este momento pero que en otro momento no nos importaría ayudar a nuestro interlocutor podemos negarnos añadiendo una solución alternativa. Por ejemplo: "En este momento me encuentro demasiado atareado para acceder a ayudarte con ese trabajo. Cuando me libere de algunos proyectos podría ayudarte, si te parece". De esta forma priorizamos nuestras necesidades aunque aceptemos ayudar más adelante.