Una de las situaciones con las que más nos encontramos en nuestras sesiones de coaching ejecutivo es trabajar la alta autoexigencia de nuestros clientes. Es algo habitual si tenemos en cuenta que desde niños nos inculcan la cultura del esfuerzo y el logro de objetivos. Nos educan para alcanzar la excelencia, y todo pasa por ser los mejores, tener las notas más altas y superarnos día tras día. Lo que ocurre con el tiempo es que esta actitud ha quedado tan arraigada en nosotros que parece imposible separarla de nuestra manera de hacer las cosas.
Las personas que hacen frente a una elevada autoexigencia tienden a confundir lo que son con lo que hacen. A menudo, si algo no les sale bien, les lleva a pensar que fracasan y no se sienten bien consigo mismos. En el caso de los directivos y ejecutivos conviene gestionar la autoexigencia y trabajarla para alcanzar la excelencia. Sin duda, este trabajo repercutirá en una mayor eficiencia en la empresa
Para lograr alcanzar la excelencia hay que trabajar los siguientes puntos:
Gestionar tu autoexigencia, tener como meta alcanzar la excelencia, pero aceptando que somos humanos, te ayudará a ser más productivo, más eficiente y más feliz. Lo importante no es salir a ganar, ¡es salir a dar lo mejor de ti! Grupo DICTEA