Tener mil cosas en la cabeza, muchas tareas pendientes, pensar en que el tiempo vuela,… ¿te suena?; y en medio de todo ello nos sentimos perdidos, desorientados y agobiados, sin saber a qué acudir o acudir a todo de “aquella manera”. Y por otro lado, la presión de darnos cuenta de qué no tenemos apenas tiempo para nosotros y/o para los demás, de hablarnos, escucharnos, mirarnos. Esa sensación de que el tiempo pasa rápido y que todo es para YA, en un mundo donde prima la inmediatez, esto hace qu...