La energía emocional

El pasado fin de semana, durante una formación en Gestión Emocional para futuros coaches, trabajamos herramientas que facilitarán la Gestión Emocional Inteligente y entre ellas hablamos de la importancia de gestionar con inteligencia uno de los principales recursos de los que disponemos las personas para hacer realidad nuestros sueños y vencer las adversidades: NUESTRA ENERGÍA EMOCIONAL.

 

Desde el punto de vista de energía emocional, existen básicamente dos tipos de energía:

  • La energía positiva, que nos carga las pilas y nos hace sentirnos bien, siendo esencial para nuestro bienestar físico y mental y para potenciar la motivación.
  •  La energía negativa o tensión, que por el contrario nos tensiona, nos debilita y nos genera pensamientos limitantes.

 

Como bien sabemos, la energía emocional se trasmite y por ello es primordial ser consciente de qué actividades, situaciones, cosas y personas son para nosotros una fuente de energía y cuáles lo son a nivel de tensión.

Un ejercicio muy útil que utilizo con mis clientes como paso previo a gestionar nuestra energía emocional y ser así más inteligentes emocionalmente consiste en pararnos a reflexionar acerca de en qué estado energético-emocional me encuentro.

Estados de la energía emocional

En este sentido, y teniendo en cuenta los dos tipos de energía emocional comentados, existen cuatro posible estados:

  • Estado de Estrés: Es un estado de ánimo impulsado por el estrés y caracterizado por una sensación casi placentera de excitación y poderío. Físicamente acusamos un nivel alto de energía por más que estemos enfrentándonos a fuertes niveles de estrés y tensión debido a largas horas de trabajo febril e incesante. En ese estado, la impaciencia nos empuja a plantearnos un objetivo tras otro sin apenas detenernos a descansar o reflexionar. Acompaña a estos esfuerzos un nivel de tensión física entre moderado y severo, que al cabo de un rato quizá dejaremos de percibir conscientemente. Pero si permitimos que se prologue demasiado el estado de tensión-energía, dificultaremos nuestra capacidad para prestar atención profunda y genuina a las propias necesidades, a otras personas o proyectos, y puede ocurrir que volvamos de tal estado hallándonos al borde del agotamiento, casi quemados.
  •   Estado de Agotamiento: Es el estado de energía emocional definido por una sensación de absoluto agotamiento. Por las noches, cuando nos derrumbamos en el sillón o el sofá después de cenar, el cansancio es auténtico. Con frecuencia la televisión viene a empeorar la confusión mental, o bien la fatiga se presenta acompañada de nerviosismo y sensaciones de tensión o angustia. El tono general es desagradable y se aprecian a menudo ideas de baja autoestima, la vida como una carga insoportable y llena de problemas que entonces tienden a parecernos insolubles. Pasamos la noche dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, resulta muy difícil sacudirse un estado de tensión-fatiga, el cual puede originar depresiones, o empeorarlas.
  •  Estado de Serenidad y Control: Es un estado que la mayoría de nosotros no alcanzamos con la frecuencia que sería de desear. Se caracteriza por una notable serenidad y control de la situación. Se diferencia del estado de tensión-energía por una presencia de ánimo alerta y más pacífica y optimista; las sensaciones corporales son agradables, con un tono predominante de vigor físico y bienestar. Las reservas mentales y físicas están altas. Esta condición representa la mejor combinación posible de vitalidad saludable e inteligencia creativa en su mejor momento. Podemos imaginar la calma-energía como una especie de estado fluido, de alerta relajada, o como si la mente y las emociones estuvieses rodando en quinta velocidad: una marcha más larga que la directa y especialmente diseñada para conseguir lo mismo, o incluso más, pero sin tanto agobio ni tanta pelea.
  •   Estado de Descanso: Es un estado generalmente agradable que se define por una sensación de desconexión y descanso. Nos encontramos confortablemente despiertos y sosegados, tal vez leyendo un libro o escuchando música relajante. Por lo general el pensamiento se ha desprendido de los grandes y pequeños problemas del trabajo y de la vida. El estado de calma-fatiga, según Thayer, es la situación saludable del que desconecta gradualmente después de haber cumplido con una fecha tope difícil, o al final del día.

 

Obviamente, los dos primeros estados de energía emocional son perjudícales para nuestra salud y además afectan de forma negativa a nuestro desempeño y a nuestro proceso de toma de decisiones y nuestra visión, siendo recomendable evitar afrontar tareas importantes y decisiones cruciales cuando nos encontramos estresados o agotados.

Por el contrario, el estado de Descanso es un estado muy placentero y saludable, esencial para poder descansar y cargarnos bien de energía para el próximo día y el estado de Serenidad y Control es el estado en el que desplegamos al máximo nuestro potencial, fluye nuestra creatividad, se optimiza nuestro desempeño y aumenta nuestra capacidad de visión y para la toma de decisiones.

Cargarnos de energía positiva

Una vez identificado el estado actual de nuestra energía emocional, el siguiente paso es reflexionar acerca de qué puedo hacer para cargarme de energía positiva (si la necesito) o liberarme de tensión (si estoy sobrecargado).

 

Las siguientes preguntas pueden facilitarte dicha labor:

  • ¿Qué actividades, personas, situaciones y/o cosas te transmiten energía positiva?
  •  ¿Qué actividades, personas, situaciones y/o cosas te cargan de energía negativa?

 

Elaborar un listado de nuestras fuentes de energía y tensión nos proporcionará un recurso muy útil para autogestionarnos a nivel de energía emocional, potenciando de esta forma nuestra Inteligencia Emocional y facilitando tanto nuestro bienestar en general, como la consecución de nuestros objetivos y el establecimiento de relaciones positivas con nuestro entorno.

 

¿A qué esperas? Hazte cargo de TUS EMOCIONES …. Es TU RESPONSABILIDAD.

 

Os dejo con un vídeo sobre el “PODER DE LA SONRISA”, como uno de los recursos más efectivos y universales para cargarnos bien de energía emocional positiva. Espero que lo disfrutes y lo pongas en práctica. Hasta pronto!!

 

Grupo Dictea

 

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