Educar el talento

Últimamente, me ha dado por pensar que puede que la palabra talento esté sobrevalorada, podemos creer que sólo unos afortunados lo poseen, que no podemos desarrollarlo o que es cuestión de que nazcamos o no con él. Si nos quedamos con esta idea poco podemos hacer, siempre pensaremos que el talento no es cosa nuestra.

Quizás debamos aclarar el significado real de la palabra talento: : aptitud o potencial para desarrollar una habilidad. Sería, por tanto, la capacidad o destreza para llevar a cabo una acción, sea la que sea. Pero, ¿con la que nacemos? o por el contrario ¿es adquirida a lo largo de nuestra vida?

El talento es un músculo que podemos desarrollar y ejercitar, y que no hay talento si no hay trabajo previo, sacrificio y esfuerzo. Aunque también es cierto que cada uno de nosotros es único y especial, y tendremos unas aptitudes más desarrolladas que otras desde nuestro nacimiento, gracias a nuestra herencia genética (no sólo de nuestros padres, sino también de nuestros antepasados primitivos).

Ayudando a educar el talento

Un niño puede nacer con un don, con una habilidad que le hace diferente, pero si no tiene la constancia de ejercitarlo y desarrollarlo, sinceramente, le servirá de poco. Sólo hay que remitirse a los grandes genios y observar el gran trabajo que hay detrás de sus obras, inventos y descubrimientos. Y no es que queramos que nuestros hijos o alumnos sean grandes científicos, escritores, músicos o deportistas; sino que valorando y desarrollando sus talentos les estaremos ofreciendo la posibilidad de ser más felices haciendo aquello que aman y que hacen bien.

 

Además, si ayudamos a nuestros hijos y alumnos a descubrir sus talentos y sus fortalezas, si le ofrecemos una orientación continua enfocada a que tomen iniciativas, aprendan a decidir, a conocerse, diferenciarse y aceptarse a sí mismos, estaremos estableciendo las bases para la elección profesional futura. Algo tan importante que determinará en gran medida su felicidad adulta.

 

Por eso, es necesario que padres y profesores den oportunidades a los niños para que descubran sus talentos. El ambiente estimulador en el que se educan es fundamental y existen calves para conseguirlo.

educar el talento

Claves para educar el talento

Claves para desarrollar el talento:

  1. Enseñar aquello que el niño quiera hacer, siempre que tenga la madurez suficiente para ello. Un niño nunca es demasiado pequeño para aprender.
  2. Observar y detectar aquello por lo que se interesa más. Todo niño es capaz de hacer algo especial.
  3. Ofrecer oportunidades para descubrir lo que le apasiona y le hace disfrutar.
  4. Proporcionar el ambiente adecuado que estimule y ejercite aquello que le gusta.
  5. Valorar eso que lo hace tan especial con afecto y reconocimiento permanente.
  6. Animar a que repita esa actividad que tanto le entusiasma, aprendiendo a perseverar.
  7. Que no falte la alegría, ya que todo aprendizaje debe ser divertido.
  8. Favorecer libertad para la creatividad. La creatividad, pese a lo que pensamos se desarrolla con la práctica.
  9. Ofrecer actividades variadas, donde el niño pueda seleccionar aquella que le guste más y con la que se sienta más cómodo.
  10. Dar oportunidades que les permita explorar ámbitos nuevos.
  11. Conseguir que acepten el error como parte del proceso de aprendizaje. Todo error conlleva siempre un aprendizaje.

Desde que Howard Gardner propuso su enfoque de las Inteligencias Múltiples, debemos estar atentos a qué inteligencia puede tener prevalencia en nuestros hijos y/o alumnos. Cada uno tendrá una combinación única de inteligencias destacando más en unas que en otras. Nos daremos cuenta, entonces, si nuestro hijo o alumno es más hábil en matemáticas, lengua, dibujo, deportes, música, si se relaciona bien con los demás o si es reflexivo y se cuestiona.

 

Existen muchos tipos de talentos, aprendamos a ayudar a nuestros niños a descubrir y desarrollar los suyos.

Grupo Dictea

Leave a Reply